Estamos en un momento de grandes cambios en el que las prácticas de desarrollo sostenible y Responsabilidad Social Corporativa están cobrando protagonismo, pese a que aún hay quien las toma más como una pérdida de tiempo y dinero que como una inversión a largo plazo. En este artículo trataremos de desgranar algunos ejemplos de buenas prácticas en el sector retail que destacan el valor de una buena estrategia de RSC y su impacto en el negocio, pues te ayudará a generar un mayor nivel de engagement con tus clientes o incrementar tu reputación de marca, entre otras cosas. ¿Empezamos?
¿Qué es la Responsabilidad Social Corporativa?
Antes de mencionar algunos ejemplos de RSC, veamos qué es este término y la importancia de su presencia en los negocios.
Según la Comisión Europea, la responsabilidad social (RSC) es “la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores”.
En otras palabras, es la implementación de prácticas que aportan beneficios sociales, medioambientales y económicos en todos los ámbitos de una empresa, tanto en sus actividades como en las relaciones con sus stakeholders (empleados, proveedores, accionistas…).
Aunque la práctica más conocida de RSC se relaciona con el medioambiente, hay muchas otras áreas en las que se pueden desarrollar acciones para lograr mejorar los resultados de la empresa. Con pequeños cambios es posible generar un buen ambiente de trabajo, reducir el uso de plásticos o promover la educación ambiental, entre otras cosas.
Cada vez son más los consumidores que guían sus decisiones de compra hacia empresas que llevan a cabo iniciativas de RSC. Según un estudio elaborado por Showroomprive, el 71% de los consumidores eligen marcas solidarias frente a otras que no llevan a cabo ninguna acción que impacte positivamente en la sociedad.
En estos días, la inflación unida a la complicada situación política y económica o el impacto de otra pandemia son temas que generan una mayor preocupación en la población a nivel mundial. Esto supone una gran oportunidad para las empresas que implementen su propio cambio de conciencia, miren más allá de sus beneficios inmediatos y sepan brindar soluciones a las inquietudes del consumidor actual. Algunas ya lo están logrando a través de una estrategia de RSC, aportando iniciativas en aquellos aspectos en los que la población está más preocupada, como por ejemplo en las ayudas a personas con pocos recursos o en el apoyo a la investigación para el tratamiento de enfermedades.
Algunos ejemplos destacados de RSC
A continuación, vamos a repasar algunos ejemplos de buenas prácticas que están ganando relevancia en el sector retail:
Una segunda vida para la ropa
Inditex lanzó a finales del pasado año una iniciativa a través de su marca más popular en la que se ofrece la posibilidad de reparar y vender prendas antiguas de la marca. También, se podrá donar cualquier prenda a la Cruz Roja británica, ya sea de la marca o no. Todo esto puede realizarse a través del servicio “Zara pre-owned”, el cual está disponible tanto en canal físico (tiendas) como en digital (web y app)
Otro ejemplo basado en esta iniciativa es H&M. La marca comenzó en 2013 a ofrecer un servicio de donación de ropa a sus clientes a cambio de una recompensa económica. El cliente deposita en una bolsa de tamaño estándar la ropa que quiere donar y la entrega en tienda. Una vez entregada en caja, las prendas se tratan de la siguiente manera:
- Se aprovecha para la venta: La ropa que se puede reutilizar se comercializa como ropa de 2ª mano.
- Se reutilizan los materiales: Si la ropa no es apta para ser reaprovechada, se convierte en otros productos, como nuevas versiones de colecciones.
- Lo que no sirva, se recicla: los restos de ropa y textiles que no se pueden aprovechar, se trituran hasta crear fibras que se volverán a utilizan para fabricación.
Devolución de bolsas de la compra
Auchan ha lanzado un nuevo servicio para compras online. Esta iniciativa permite a los clientes devolver las bolsas que fueron utilizadas en su pedido anterior, recibiendo a cambio un descuento por el valor equivalente al comprar nuevas bolsas en su próximo pedido.
La compañía ya empleaba bolsas de plástico de origen 100% reciclado y 100% reciclable y suma esta nueva iniciativa persiguiendo un objetivo muy concreto con el que la marca se ha comprometido: llegar a 2025 comercializando envases 100% reutilizables, reciclables o compostables y la completa eliminación de plásticos en las secciones de frutas, verduras y productos frescos.
Fomentar el empleo
Aldi y Cruz Roja colaboran con el objetivo de encontrar, formar y facilitar la integración laboral de jóvenes entre 18 y 35 años. A través de un programa de formación de 100 horas buscan mejorar la empleabilidad en el sector retail y ayudar a los más jóvenes a comenzar su experiencia en el mercado laboral.
En el programa se desarrollan competencias en puntos de venta, en el ámbito digital y temáticas transversales. También pueden participar en seminarios impulsados por la cadena de alimentación alemana, orientados a la preparación de entrevistas laborales, atención al cliente y trabajo en equipo.
Mejora en las condiciones laborales
Consum aumenta el salario de todos sus trabajadores un 9%, mejorando el poder adquisitivo de su plantilla. Este aumento también se aplica a las horas extraordinarias, las horas nocturnas fuera de jornada o las horas en festivos.
Las mejoras en las condiciones del personal representan un plus de calidad e imagen para las empresas, ya que el bienestar de los trabajadores contribuye en gran medida a la reputación de la marca. Con la implantación de herramientas de comunicación interna, recompensas salariales, programas de incentivos u otras medidas para propiciar un buen ambiente laboral, las compañías lograrán que sus trabajadores contribuyan a incrementar la calidad del servicio y se conviertan en prescriptores de la marca.
Evitar el desperdicio alimentario
No hace falta invertir mucho dinero o realizar grandes cambios para poder llevar a cabo alguna estrategia de RSC. Las pequeñas empresas también pueden contribuir con otras mejoras, por ejemplo, evitando el desperdicio de alimentos a través de aplicaciones como “to Good to go”.
Esta app permite a las empresas crear packs con la comida que les haya sobrado al final del día y comercializarlos a un precio reducido. De esta forma, ambas partes ganan: los establecimientos evitan tirar alimentos en buen estado y los clientes pueden probar sus productos a un mejor precio y conocer nuevas marcas.
Como podemos observar, no existe una única fórmula para implantar correctamente una estrategia de RSC, basta con querer aportar soluciones y ayudar. Complementar la oferta de un producto o servicio con soluciones conscientes que ayuden a mejorar la sociedad, la economía o el medioambiente devuelve a las empresas un mayor valor añadido; fideliza a sus clientes y genera un aumento en sus ventas. Los beneficios se multiplican.
«Lo que siembras, recoges» según el dicho popular, el «dharma» para los budistas.
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