Con la cartelería digital se puede aprovechar un único punto visual para realizar múltiples funciones encaminadas a la generación de valor. Al ser dinámica, capta la atención del cliente de una manera eficaz. Pero esta herramienta no solo se debe remitir al display, sino que para poder aprovechar todo su potencial debe estar equipada con la última tecnología, con sensores de movimiento, tracking, reconocimiento facial, NFC y además tiene que estar sujeta a interacciones, a través de redes sociales, código QR y realidad aumentada.
Gracias a esta tecnología, las pantallas digitales se transforman en pantallas digitales inteligentes, una poderosa herramienta que nos ofrece multitud de beneficios.
En primer lugar nos permite identificar a los clientes hasta el 80% de nuestros clientes. Conocer tanto quienes son como cuantos lo han visto. Al identificar a los clientes, podemos también adecuar el contenido instantáneamente e interactuar con ellos de acuerdo a sus intereses. Así, una personalización del contenido nos lleva a ofrecer experiencias únicas y crear vínculos emocionales con los clientes.
Por otro lado, nos facilita medir la ruta de los clientes a través de mapas de calor en tienda, saber donde se paran, geolocalización… De esta manera podemos evaluar el interés en productos específicos y optimizar su colocación y gestionar los tiempos de espera con sensores que se conectan con la cartelería para ofrecer un tiempo estimado de cola.
En los próximos años, estas tiendas inteligentes serán protagonistas de la transformación tecnológica y de negocio en el sector que ha dado lugar al Retail 4.0 dónde sólo los negocios que sepan adaptarse a este nuevo ecosistema tendrán la posibilidad de mejorar sustancialmente su rentabilidad.