CDO: la visión estratégica que necesita la gestión de datos

11 de abril de 2019

En la actualidad, el valor de los datos para una empresa es innegable. Sin embargo, el dato por sí mismo no puede aportar nada sin una estrategia. Desde cómo se obtienen (tecnología) hasta cómo se gestionan y qué beneficios aportan para la compañía. Estas y otras preguntas son las que presumiblemente tiene que contestar el CDO o Chief Data Officer.

¿Qué es un CDO?

Los directores de datos son responsables de una amplia agenda que abarca la gestión de datos, su análisis, la ciencia de éstos, su ética y la transformación digital. Son agentes de cambio que lideran la transformación basada en datos de sus organizaciones.

La labor del CDO se centra en maximizar el valor de los datos, así como en optimizar su explotación por parte de la compañía y garantizar que esto se hace de la forma más efectiva y cumpliendo con todos los estándares de seguridad necesarios.

Las compañías que basan sus estrategias en el análisis, la inteligencia artificial o  el aprendizaje automático (machine learning) pueden mejorar u optimizar sus estrategias de marketing, comerciales o de ventas (entre otras); así como mejorar sus resultados globales. La analítica contribuye a tomar decisiones basadas en datos concretos, y el papel del CDO juega un papel fundamental a la hora de la obtenerlos, gestionarlos, analizarlos y transmitir su valor.  

¿Cuál es el valor que aporta el CDO a la gestión de datos?

A pesar de que el interés en el análisis de datos por parte de las compañías ha aumentado en las últimas dos décadas, muchas compañías aún tienen dificultades para capturar, compartir y administrar datos. Hasta ahora, les faltaba la visión de un CDO. Este es quien toma la responsabilidad sobre los datos y su gestión en toda la organización, para garantizar el máximo aprovechamiento de este activo estratégico. Estas son tres de sus funciones más destacables:

  1. Trabajar con cada departamento de forma individual y conjunta.
  2. Diseñar una forma común de adquirir, almacenar, administrar, compartir y usar datos.
  3. Asegurar que la organización adopte una cultura de toma de decisiones basada en datos.

Como decimos,  hasta hace relativamente poco tiempo, muchas compañías pueden no haber valorado el potencial que les aportan los datos, y se ha dejado de lado la cantidad de información relevante y útil que pueden aportar en la toma de decisiones o en el propio análisis de resultados.

En la actualidad, sin embargo, empresas grandes y pequeñas reconocen este  valor y tienen especialmente en cuenta aquellos datos que tienen que aportan información sobre procesos transaccionales. Por ejemplo, cómo se comportarán los consumidores ante un cambio de precio o cuáles serán las tendencias de compra de un producto determinado . Este tipo de datos pueden usarse para elaborar informes o nutrir procesos analíticos, lo cual conduce a una mejor toma de decisiones.

El rol del CDO y la importancia de la estrategia de datos

La necesidad de designar a un CDO y de definir una estrategia de datos van de la mano. La finalidad de ambas acciones es asegurarse de que todos los recursos de datos estén posicionados de tal manera que puedan ser utilizados, compartidos y gestionados  de manera fácil y eficiente. En otras palabras, tener una estrategia de datos sirve para lo siguiente:

  • Garantizar que los datos se administran y utilizan como activos principales.
  • Establecer métodos, prácticas y procesos comunes para administrar, manipular y compartir datos en toda la empresa.
  • Asegurarse de que existe alineación entre las metas y los objetivos planteados para el uso de los datos.

Desafortunadamente, la mayoría de las empresas no tratan de resolver sus problemas con los datos a través del diseño de una estrategia de información, sino mediante la contratación de un analista de datos, ingeniero de sistemas o científico de datos. Un escenario ideal para una compañía puede ser contar con el departamento y la figura del CDO para liderar la estrategia y y contar con el asesoramiento de empresas o consultoras externas expertas en la implantación y ejecución de esa táctica.  

No obstante, las empresas pueden adquirir esta visión y beneficiarse de sus ventajas si aplica las siguientes acciones:

  • Alinear los objetivos clave de la organización con la cadena de valor de datos. Esta debe ser la prioridad del CDO, a la que seguirá la implementación de una infraestructura de datos interna moderna e integrada, la consecución de procesos de negocios internos y centrados en el cliente más eficaces y eficientes, o la expansión de las capacidades cognitivas que permitirán a la empresa convertirse en disruptor digital.
  • Desarrollar una estrategia en línea con los objetivos clave de la organización. Llegado a este punto, el CDO puede empezar, por ejemplo, por el establecimiento de un gobierno de datos a nivel de la empresa, impulsado por la óptica de negocio. Sin embargo, incluso la mejor estrategia puede fallar si la cultura empresarial no está dispuesta a cambiar y, por eso, el CDO deberá trabajar por establecer una cultura basada en datos, más ágil y adaptativa.
  • Atraer el talento necesario para cumplir con la estrategia. Finalmente, el CDO necesitará encontrar a los perfiles que ayuden a alcanzar las metas. En función de las mismas, se requerirán roles más técnicos, híbridos que combinen habilidades estadísticas, matemáticas y de negocio, como el científico de datos, o expertos en transmitir conceptos nuevos y complejos en visualizaciones comprensibles.

Toda empresa necesita datos, pero igual de importante es el CDO, que será capaz de ver el panorama general y diseñar una estrategia, y lograr transformar la organización. Quienes cuenten con este talento podrán ver que todos los esfuerzos centrados en los datos dan sus frutos. De hecho, el CDO ha pasado de cubrir un rol de especialista a ocupar una posición de líder imprescindible.