El desperdicio de alimentos es un dilema a nivel mundial que lleva años aumentando sus cifras. Las grandes enseñas del sector alimentación han implantado varias iniciativas a lo largo de los últimos años para concienciar sobre el aprovechamiento de alimentos, e incentivar la compra de productos para evitar que sean desechados.
Pero, ¿sabes cómo la analítica e Inteligencia Artificial pueden ayudar a frenar el desperdicio que tanto nos preocupa? Sigue leyendo y te contaremos algunas de las innovadoras iniciativas que se apoyan en técnicas de analítica avanzada para conseguir disminuir esta problemática.
¿Cuál es la situación?
Cuando hablamos de desperdicio de alimentos, pensamos en aquellos alimentos que se tiran a la basura cuando caducan o aquellos productos que nadie quiere comprar por tener un aspecto más “feo”, pero este concepto no solo engloba esto.
El desperdicio de alimentos se puede definir, según AESAN, como “aquellos productos agrícolas y alimentarios descartados de la cadena alimentaria que siguen siendo perfectamente comestibles y adecuados para el consumo humano y que, a falta de posibles usos alternativos, terminan desechados como residuo.” Por esto, el desperdicio alimentario es un problema que afecta a todo el proceso por el que pasa el producto.
A nivel global se llegan a desperdiciar un tercio de la producción mundial de los alimentos que se producen. Eso equivale a alrededor de 1.300 millones de toneladas de alimentos que se pierden a lo largo de la cadena alimentaria. Principalmente, los alimentos más afectados son las frutas y verduras (50%), el pescado (35%), los cereales (30%) y la carne (20%).
A nivel nacional, se desperdiciaron un total de 1,2 toneladas en el 2021 según el estudio sobre el desperdicio alimentario en los hogares elaborado por el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El volumen total de desperdicio alimentario en los hogares entre abril y septiembre de 2022 ha descendido un 5% respecto al 2021. Aunque este descenso no se debe a una mejoría en la gestión de los alimentos, sino en una disminución de consumo. La tasa de desperdicio de los productos sin usar aumentó un 1% (4,3% en 2022) frente al 2021 (4,2%).
El gobierno ha decidido poner freno a esta problemática que lleva ocurriendo hace años. Por ello, en la primera mitad del 2023 entrará en vigor la nueva ley contra el desperdicio alimentario. El objetivo es fomentar las actuaciones para evitar la pérdida de alimentos en toda la cadena alimentaria.
Te preguntarás, ¿cómo afecta esta nueva ley a las empresas? Las empresas deberán contar con un plan de prevención y minimizar las pérdidas conforme a una jerarquía de usos en la que tendrá prioridad el consumo humano.
Iniciativas para detener el desperdicio de alimentos
Los retailers llevan años tomando medidas para reducir estas cifras, adoptando la gran mayoría políticas de optimización de excedentes. De este modo, el 33% involucra en esta acción a toda la organización y el 42% usan la tecnología para prevenir y/o detectar el desperdicio.
A continuación, explicaremos algunas de las iniciativas que se han llevado a cabo para reaprovechar el excedente generado.
Apps para dar salida a los frescos que no se venden
La cantidad de productos sobrantes que se encuentran las marcas al finalizar el día teniendo que desechar kilos y kilos de alimentos a la basura, hizo que plataformas como “Too good to go”, “NotFoodWaste” o “Komefy» cogieran valor ante esta problemática.
Estas plataformas ayudan a conectar a consumidores con supermercados para que puedan adquirir los excedentes cuando acaba la jornada a un precio rebajado a través de la recogida en tienda.
También se están fomentando las asociaciones a marcas “Waste Warrior”. Una comunidad de grandes marcas comprometidas a mejorar esta situación. Más y Más, Musgrave, Auchan Retail o Carrefour son ejemplos de la práctica de estas iniciativas.
Por otro lado, existen apps como “bene bono” que comercializan aquellos productos que las grandes superficies rechazaban por motivos estéticos. De esta forma, la app consigue ayudar a los agricultores y productores ecológicos a vender sus productos directamente a los consumidores si las grandes marcas no los aceptan por ser poco estéticos.
Venta a granel de frescos
Priorizando la venta a granel sobre el envasado con el fin de que el consumidor compre la cantidad que necesita. Una medida simple y eficaz para evitar comprar de más. Además, esto ayuda al medioambiente, ya que se evita el uso excesivo de los envases. Condis Supermercats o Eroski son ejemplos de la puesta en marcha de esta iniciativa.
Sistemas de gestión alternativos para los residuos no aprovechables
Los residuos no aprovechables son todos aquellos residuos que no se volverán a usar. En este caso las marcas cuentan con sistemas alternativos para darles una segunda vida y mejorar el impacto en el medioambiente.
Retailers como Auchan usan estos restos para conseguir un flujo circular dentro de la marca. Algunos ejemplos de este uso es el compost de Auchan procedente de los residuos orgánicos generados por sus hipermercados; o la gama de cremas y sopas de verduras deshidratadas elaboradas con productos agrícolas que, por su tamaño o forma, se han desechado. Con ello, ha conseguido recuperar el 10% de las frutas y hortalizas anteriormente desaprovechadas.
Otra alternativa para conseguir una 2ª vida a ciertos desechos es la generación de energía. Esta práctica consiste en valorizar los desechos para obtener calor o electricidad. Aunque es verdad que en España no es muy usual esta práctica, en el norte de Europa ya está ampliamente extendida.
Evitar el sobre-stock a través de plataformas para la optimización y gestión de pedidos
Cuando el nivel de demanda es mucho menor a la cantidad de stock disponible en el almacén, hace que los productos lleguen a su fecha de caducidad y no se consigan comercializar. Para conseguir evitar estos desperdicios y llevar un mayor control de las ventas y demandas, muchos retailers cuentan con plataformas para la optimización de los pedidos.
A través de herramientas propias logran ajustar al máximo los encargos diarios de frescos en los supermercados en base a las necesidades de cada sección. Así, consiguen realizar un seguimiento de las ventas y los stocks en tiempo real. Esto facilita la tarea al personal de tienda para ofrecer a diario la frescura. Musgrave, Froiz, Mercadona son ejemplos de retailers que han implantado estas plataformas para evitar el excedente.
Iniciativas sociales
Actualmente, los retailers cada vez son más conscientes de la necesidad de poner en valor los alimentos y del papel tan importante que tienen para transmitir a los consumidores la importancia del consumo responsable en los alimentos. por ello son muchas las cadenas que tienen acuerdos con la Federación Española de Banco de Alimentos, ONG’s y comedores benéficos para la donación de alimentos.
Por ejemplo, Mercadona colabora con comedores sociales, bancos de alimentos y otras entidades sociales a las que dona diariamente productos de primera necesidad.
Precios rebajados para productos próximos a su caducidad
Diferenciar con un descuento los productos que están llegando a su fin con los que aún tienen más margen en su fecha de caducidad es una forma de incentivar al consumidor para que adquiera esos productos a un precio más bajo. De esta forma, ambos ganan; el cliente ahorra y los retailers disminuyen el excedente de alimento desperdiciado.
Algunas de las grandes enseñas nacionales llevan tiempo poniendo en práctica esta medida a través de un etiquetado especial. Ahorramas, por ejemplo, ha señalizado en todas sus tiendas con la etiqueta #desperdiciocero aquellos productos que están próximos a su fecha de vencimiento, a los que aplican un descuento durante un tiempo reducido para incentivar su consumo antes de que perezcan. Otros retailers que han puesto en práctica esta medida son Eroski, Dia, Carrefour o Auchan. Sin embargo, esos productos o estantes señalizados con descuentos por su próxima caducidad aún siguen generando cierto rechazo al consumidor.
Gracias a la digitalización y los avances en el uso de Inteligencia Artificial, se está logrando mejorar este modelo de etiquetado a través de la automatización de los procesos que hay detrás de los cambios de precio. Con este sistema, los precios se ajustan automáticamente y en tiempo real gracias al uso de etiquetas inteligentes, ayudando a reducir el plástico utilizado en las etiquetas manuales, eliminando el tiempo que el personal de tienda dedica a marcar estos productos y evitando el rechazo del consumidor hacia esos estantes especiales rebajados. De esta manera, el supermercado puede tener actualizados en tiempo real los precios de sus productos rebajándolos a medida que se acerque su fecha de caducidad.
Desde Cognodata aplicamos nuestra propia solución “dynamic smart pricing”, basada en analítica avanzada para determinar qué precio es el más adecuado teniendo en cuenta la variable de caducidad del producto.
Se trata de un sistema de precios dinámicos para mejorar márgenes y reducir el desperdicio de alimentos a través de una aplicación que permite el análisis de precios con una solución predictiva y prescriptiva.
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Desde cognodata ofrecemos medidas que ayudan al planeta, reduciendo el desperdicio alimentario, ayudando tanto a retailers como a consumidores. Gracias a nuestro compromiso y la experiencia que aportan los proyectos realizados a lo largo de más de 20 años en el sector, hemos desarrollado plataformas para un óptimo aprovechamiento del dato e inyección de conocimiento. Gracias a estas soluciones de desarrollo propio, ayudamos a nuestros clientes a cumplir sus objetivos de desperdicio cero:
- Dinamización inteligente de precios: implantando nuestra propia solución “dynamic smart pricing”, basada en analítica avanzada para determinar qué precio es el más adecuado teniendo en cuenta la variable de caducidad del producto.
- Previsión de la demanda: a través de una plataforma de desarrollo propio, en Cognodata podemos pronosticar el nivel de demanda mediante modelos basados en Machine Learning, así como las causas raíz por el aumento o disminución en las ventas.
Nuestro core se centra en la analítica, como base para la optimización del aprovechamiento de alimentos y freno al desperdicio a través de algunos de los principales players en la industria del Retail – Alimentación.
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